domingo, 6 de diciembre de 2009
El Alacrán.
Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
"Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?". El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar". Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad; otros la crean. Tenlo presente siempre.
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A mí me sucedió algo parecido:
ResponderEliminarCuando saqué del agua al alacran, y me preguntó que porqué lo saque del agua, si yo sabía que él me iba a picar, mi respuesta fue: "porque en el agua no te podía pisar" PLASH...
Tomenlo como un chiste, pues esa historia, aunque fantástica, sirve de buen ejemplo, pero el maestro no era tan maestro, o no había una ramita con que sacar al alacrán, porque es razonable también, que por yo querer hacer un bien a otro, no debo provocarme un mal.
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