martes, 29 de noviembre de 2011

Ayúdate a ti mismo.


Ayúdate a ti mismo, evitando avanzar hacia tus metas personales demasiado rápido, porque tu prisa provocará decepciones que no mereces conocer, proponte avanzar despacio, pero estable, despacio pero seguro, ayúdate, no permitas un exceso de sugerencias continuas sobre lo que debes o no debes de hacer, acepta sugerencias pero mantén tu sello personal.

Ayúdate a ti mismo, no te dejes perturbar por las opiniones ajenas de quienes te sugieren continuamente, cambiar de look, cambiar de pareja, renunciar a una meta, por obstáculos lógicos que sabes que puedes superar, no te dejes perturbar por las opiniones continuas que nada tienen que ver con tu concepto de horizonte compartido, ayúdate a ti mismo y evita preocuparte en exceso por la valoración que tienen los demás de ti, aprende a amar lo que haces, lo que eres, aprende a amar todo lo que intentes, aunque no lo logres todo.

Ayúdate a ti mismo, aprende a exigirte logros sin auto agredirte, sin convertirte en enemigo de ti mismo, aprende a perfeccionar tus aptitudes aprende a brillar en el sitio donde estés, aunque no estés donde realmente merezcas.

Ayúdate a ti mismo, no permitas que ninguna circunstancia o persona te haga sentir insignificante, porque sólo eres insignificante, cuando no has aprendido a modificar tus metas, si las circunstancias te lo exigen, cambiar de metas de propósitos no significa renunciar a tu medalla.

Ayúdate a ti mismo, aprende de todo lo que te rodea, aunque sientas que el entorno no te satisface, aprende todo lo que puedas del entorno, para que nada de lo que está cerca de ti te sorprenda, con una decepción inmerecida, conoce cada cm de tu espacio para que estés seguro que tu espacio te pertenece, aprende a conocer cada cm de lo que respira cerca de ti.

Ayúdate a ti mismo, aprende a olvidar perdonando, aprende a olvidar concentrándote en tus sueños dormidos, despiértalos. Ayúdate, aprende a olvidar reconociendo que entregaste mucho y recibiste muy poco a cambio, pero el perdedor no fuiste precisamente tú, porque cada cual muestra en el exterior lo que lleva en el interior, ayúdate y aprende a olvidar, a perdonar, cualquier ofensa personal o profesional realizándote con estabilidad y sin prisa.

Ayúdate, no sigas llorando por todo lo perdido, porque lo perdido no regresará, y si regresa será totalmente diferente, ayúdate, enamórate de lo que eres de lo que haces, aprende a decirte me quiero con mis canas, con mis arrugas, me quiero, con mis errores por corregir, y con mis potencialidades por descubrir, aprende a amar la enseñanzas de tus decepciones cotidianas, porque ellas serán tus mejores maestros, te dotarán de un reflejo exacto contra un golpe inesperado.

Ayúdate a ti mismo, aprende a creer en ti, aunque sean pocos los que te sigan o comprendan porque quien como tú, para saber hacia dónde van tus pasos tercos, tus pasos con argumentos, porque el mejor argumento son tus cicatrices inmerecidas, quién como tú, para saber hasta donde puedes llegar, para no decepcionarte a ti mismo.

Ayúdate a ti mismo, aprende a interiorizar este golpe personal inmerecido, esta perdida injusta de alguien que se marchó sin pedir permiso, aprende a interiorizar este momento duro que estoy viviendo ¡lo puedo superar porque estoy vivo!

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