martes, 17 de agosto de 2010

La arrogancia del poder.


Maestro y discípulo conversaban en una esquina, cuando una anciana los abordó:

"¡Apártense de delante de mi escaparate!," gritó. "¡Están estorbando a mis clientes!"

El maestro pidió disculpas, y cambió de acera.

Continuaban la conversación, cuando se les acercó un policía.

"Necesitamos que se aparte de esta acera," dijo el policía. "El conde va a pasar por aquí dentro de poco."

"Que el conde pase por el otro lado de la calle," respondió el maestro, sin moverse de su sitio.

Después se giró a su discípulo:

"No lo olvides: no seas nunca arrogante con los humildes, ni humilde con los arrogantes."

Paulo Coelho.

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